miércoles, 12 de septiembre de 2007

Análisis del Departamento de Rinconada, Jujuy, Argentina

por Natalia Soledad Novas



El área de estudio, departamento de Rinconada, se inserta en una macroregión montañosa de la Cordillera de los Andes, caracterizada por una altiplanicie (de alrededor de 3000 msnm) rodeada de montañas que superan los 4000 msnm. Este sistema de gran superficie denominado "Puna", que abarca cuatro países (Argentina, Bolivia, Chile y Perú) posee un clima extremo tanto en cuanto a estacionalidad y escasez de lluvias como a condiciones térmicas (gran amplitud térmica diaria y prácticamente todo el año con riesgo de heladas).
La población de la región, en su mayoría indígena y perteneciente al pueblo kolla, practica una economía principalmente de subsistencia basada en actividades agrícolas y ganaderas, pero dadas las circunstancias climáticas de la región, la falta de agua y las características del suelo, -pedregosidad, erosión y drenaje- la resultante es la baja productividad. En menor escala también se dedican a las artesanías, especialmente el tejido.
En los últimos tiempos, dadas las ventajas comparativas, se han vuelto a instalar empresas mineras de capital extranjero.

Analizaremos el territorio en cuestión atendiendo, en primer lugar, la multidimensionalidad del desarrollo, uno de los principales postulados del enfoque del desarrollo endógeno; esta perspectiva en oposición al reduccionismo economicista no iguala la categoría de desarrollo al crecimiento económico, sino que supera esta definición atendiendo las diversas dimensiones que lo atraviesan, económica, político-institucional, socio-cultural y ambiental. Distintas corrientes dentro de la perspectiva del desarrollo endógeno pondrán el énfasis en uno u otro componente: Estado, mercado, sociedad civil y ambiente. Por lo tanto, como afirma Augusto de Franco, “…cuando se habla aquí de desarrollo se habla por tanto de mejorar la vida de las personas (desarrollo humano), de todas las personas (desarrollo social) tanto de las que están vivas como de las que vendrán mañana (desarrollo sostenible)”[1].
Una pequeña revisión histórica nos permitirá vislumbrar qué pasa en Rinconada respecto a los procesos de desarrollo.
Los pobladores originarios, que habitaron la región desde miles de años antes de la conquista, a partir de finales del siglo XIX ven modificada profundamente su forma de vida por la instauración de una estructura extremadamente asimétrica en la tenencia y propiedad de la tierra. Acostumbrados a trabajar y usar la tierra sin restricciones pero con intenso cuidado, la mayoría de la población se vio obligada a pagar arriendo a los “nuevos dueños”. A estas obligaciones fiscales se sumó la persistencia de prácticas como la "obligación de servicio personal" y la sujeción a la voluntad “del patrón”. La persistencia del latifundio y de los mecanismos de dominación social inherentes, posibilitaron que algunos propietarios y enganchadores de mano de obra aplicaran métodos coactivos para desplazar pobladores hacia los ingenios azucareros. Por otra parte, estas estructuras de la propiedad y tenencia de la tierra contribuyeron también a que los campesinos pobres tuvieran mayor necesidad de insertarse en los mercados de trabajo locales para complementar su economía, o bien emigrar, temporaria o permanentemente, en busca de empleo en otras zonas.
Si bien en la actualidad la situación de la tierra se está revirtiendo parcialmente, por un lado, porque desde mediados del siglo XX la mayoría de la tierra se ha vuelto a convertir en propiedad fiscal y por otro, porque se está llevando adelante un programa de regularización de tierras a favor de los pueblos indígenas, no se ha mejorado la calidad de vida de la población; si atendemos los datos estadísticos arriba presentados vemos la precariedad de las condiciones de vida de los pobladores.
Rinconada ostenta ser uno de los departamentos más pobres de la provincia de Jujuy con un índice de NBI que supera el 45%; respecto a la educación, los jóvenes del departamento son los que se encuentran en condiciones más desfavorables respecto del acceso y permanencia en las instituciones educativas; la tasa de mortalidad infantil muestra una situación realmente grave ya que se trata del 4.6 % de la población y las condiciones deficitarias de las viviendas afectan al 95% la población junto a la falta casi absoluta de servicios básicos, cloaca, agua por red y retrete.
Las actividades económicas principales no son suficientes para revertir estos indicadores. Los principales usos del suelo son para la actividad ganadera (mayoritariamente ganado ovino y camélido) y minera. La agricultura se realiza sólo en zonas muy restringidas donde se practica, mayoritariamente, el cultivo de alfalfa (agricultura de subsistencia).
Las actividades pecuarias se llevan adelante con grandes falencias, falta de control sanitario, campos de pastoreo sobreexplotados, lo cual incide en la baja productividad y consecuentemente un mal precio a la hora de vender la producción en los mercados zonales.
En cuanto a la minería, el centro más importante del departamento de Rinconada operó en Pirquitas entre 1936 y 1989. Después de 20 años la mina está reanudando sus actividades con una inversión millonaria de la canadiense Sunshine Argentina; prevén la explotación integral a cielo abierto de minerales polimetálicos entre ellos plata, estaño y mineral aurífero. Estos mega-emprendimientos se exhiben, desde la óptica del pensamiento único, como impulso al crecimiento económico y la generación de empleo. Sin embargo generan un impacto negativo en el medio ambiente. Algunos señalamientos que se le hacen son: alteran el estilo de vida de la comunidad, perturbada por el cambio en el entorno; apropiación de recursos naturales como por ejemplo el agua, reduciendo su disponibilidad a la población y provocando la baja de la productividad de las actividades agroganaderas; además devuelven el recurso contaminado y la unidad comunitaria se ve amenazada por estrategias de los empresarios, al tratar de dividir la comunidad, haciendo ostentosas ofertas a los miembros individualmente, a fin de conseguir su consentimiento.
Si bien desde los gobiernos nacional y provincial, auspiciantes de estas inversiones, aseguran que "las comunidades aborígenes apoyan el proyecto porque saben que detrás de ello muchos de sus integrantes podrán acceder a la enseñanza escolar, porque otro proyecto es reflotar la vieja escuelita de Pirquitas", hubo varias manifestaciones de comunidades aborígenes de la región que se oponen a estos emprendimientos por la contaminación que generan. Además denunciaron que no fueron consultados previamente, tal como regula para estos casos el Convenio 169 de la OIT en su artículo 7º inciso 1: Los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir las propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que este afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan o utilizan de alguna manera, y de controlar, en lo posible, su propio desarrollo económico, social y cultural. Además dichos pueblos deberán participar en la formación, aplicación y evaluación de los planes y programas de desarrollo nacional y regional susceptibles de afectarles directamente. Y el Art. 75 inciso 17 de la Constitución Nacional cuando dice: “…Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten …”.
Es posible aumentar la repercusión de estos reclamos gracias al proceso de globalización actual, que permite formalizar reclamos comunes a los pueblos indígenas mas allá de las fronteras del Estado-Nación y tejer alianzas con movimientos ecologistas o bien alguna de las tantas ONGs comprometidas con la defensa de sus derechos; la globalización, es justamente un elemento central en la construcción de esa identidad común de carácter transnacional que bajo el nombre de “Cuarto Mundo” intenta expresar no sólo la justa demanda de los pueblos indígenas, también su creciente incorporación como un nuevo actor social y político dentro del sistema jurídico internacional a lo largo de los últimos veinte años.
Será posible revertir esta situación, si los inversionistas extranjeros y los gobiernos provincial y nacional, comienzan a establecer canales de diálogo respecto de los temas vinculados al desarrollo y la explotación de los recursos naturales que involucran a los pueblos indígenas. La promoción de procesos más democráticos son la base del éxito de los proyectos de desarrollo local y la legislación nacional e internacional obliga a la consulta con los pueblos indígenas en estas cuestiones. Por ello, “el Estado deberá desempeñar un papel fundamental abriendo espacios de participación a distintos actores sociales, a fin de evitar que, a través de la reproducción de mecanismos de explotación y de coerción, se consoliden proyectos autónomos perversos que atenten contra la multiplicidad y diversidad que se pretende reforzar”[2].
Bajo estas condiciones de dependencia es claro que la región está subordinada a las decisiones de los gobiernos centrales y de quienes concentran el poder económico y son estas dependencias las que inhiben un proceso de desarrollo orientado a la satisfacción de las necesidades humanas. En términos de Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn, es preciso reorientar este modelo y apuntar a generar autodependencia como eje de un modelo de desarrollo cuyos objetivos son crecimiento económico, justicia social, libertad y desarrollo personal.
Estos autores entienden la autodependencia no como aislamiento sino como interdependencia horizontal, sin relaciones autoritarias, ni condicionamientos unidireccionales es decir un proceso de relaciones entre pares a fin de que formas de solidaridad prevalezcan por la encima de la competencia ciega.
Esta idea coincide con el tipo de organización social que se da entre los pueblos originarios. Conforman comunidades basadas en relaciones horizontales orientadas por la solidaridad, cooperación, igualdad y respeto de sus miembros. En la promoción de un modelo de desarrollo endógeno, el Estado debería fomentar programas de apoyo y fortalecimiento comunitario para las comunidades indígenas, en tanto formas diferenciadas de organización social de la producción y del trabajo.
En los últimos años se ha dado, lo que los antropólogos denominan un proceso de emergencia étnica, o sea, la revalorización de la identidad cultural, no sólo a nivel local sino global. Esto ha provocado la organización de los pueblos indígenas. Este proceso de construcción de identidad/comunidad, fuertemente vinculada con el territorio, es muy importante para sentar las bases de un proceso de desarrollo endógeno, en términos de José Arocena: “No es posible la existencia de procesos exitosos de desarrollo local sin un componente identitario fuerte que estimule y vertebre el potencial de iniciativas de un grupo humano”[3].
En el territorio de Rinconada, en la última década, se han conformado diez comunidades indígenas: de Santo Domingo, de Pan de Azúcar, de Ciénega Grande, de Casa Colorada, de Coyahuaima, de Pirquitas, de Loma Blanca, de Orosmayo, de Rinconada, de Liviara, de Lagunillas de Pozuelos, Laguna Larga y de Pozuelos; estas comunidades se han convertido en los actores representativos de la sociedad civil, trabajan mancomunadamente y a nivel nacional e internacional, se articulan con otras comunidades con el afán de apoyar y coordinar un trabajo colectivo. Esta estrategia de generación de lazos de cooperación e intercambio entre las comunidades indígenas las convierte en un actor con mayor capacidad de disputar relaciones de poder.
Las comunidades indígenas mantienen iniciativas propias que no se corresponden necesariamente, con procesos de desarrollo orientados por la lógica de acumulación capitalista. Coinciden con la mayoría de las visiones dentro del enfoque del desarrollo endógeno que no aspiran a un desarrollo desde el punto de vista económico, sino que buscan fomentar relaciones cooperativas, uso de tecnología apropiada, agricultura orgánica, cuidado ambiental y formas de gestión y control más participativas. Si bien sostienen la necesidad de crecimiento económico para sentar las bases de cualquier modelo de desarrollo, proponen una racionalidad distintiva de la racionalidad económica, en términos de Max-Neef, Elizalde y Hopenhayn: “Esta otra racionalidad se orienta al mejoramiento de la calidad de vida de la población, y se sustenta en el respeto a la diversidad y en la renuncia a convertir a las personas en instrumentos de otras personas y a los países en instrumentos de otros países”[4].
En el departamento de Rinconada funcionan dos Comisiones Municipales, la de Pirquitas y la de Rinconada que no llegan a constituirse como municipios dada la baja densidad poblacional. Son los miembros de las comunidades indígenas los que ocupan los espacios de poder en los gobiernos locales; esto les proporciona la posibilidad de convertir sus iniciativas en un Proyecto Político Local[5].
A partir de 2001, estas Comisiones Municipales forman parte de una red de cooperación intermunicipal entre los municipios de la Puna Jujeña, que se proponen desarrollar acciones conjuntas sobre temas de salud, educación, políticas sociales, producción y turismo. Uno de los principales motivos que los impulsó a conformar esta cooperación fue la necesidad de negociar frente a otros, fortaleciéndose como actores regionales.
Si bien está claro que no se trata de “agencias de desarrollo” que piensan en el largo plazo y que el desarrollo no puede interpretarse como la yuxtaposición de acciones en distintas áreas temáticas, es un avance significativo en términos de revertir la débil capacidad legal-institucional que tienen los municipios para convertirse en verdaderos actores de su propio desarrollo, producto de los cambios estructurales que se han dado en los últimos años que derivaron en una gran brecha entre las competencias que se le asignan y las posibilidades reales con que cuentan para llevarlas a la práctica; por ejemplo en Rinconada es evidente la falta de recursos humanos capacitados, infraestructura y logística, acceso a la información, etc. No obstante, los municipios presentan como fortaleza una fluida relación con la sociedad local.
Desde el enfoque del desarrollo endógeno se propugna la consolidación de ámbitos de interacción y espacios políticos originales, es decir redefinir el rol que juegan los gobiernos locales; de ningún modo se busca el fin del Estado-Nación. En términos de Madoery, “La reconstrucción del Estado requiere de la reasignación de roles entre los diferentes niveles de gobierno. Se comienza a configurar también una nueva geografía de responsabilidades públicas para el desarrollo”[6].
El Estado deberá seguir desempeñándose como “corrector” de las desigualdades y asimetrías generadas por el modelo de acumulación capitalista pero también deberá ejercer un papel fundamental como promotor y creador de nuevos canales de participación que contemplen a todos los actores, asegurando una democracia participativa de modo de aumentar la cohesión social. Asimismo hay que tener en cuanta como afirma Boisier, que “La articulación del Estado–Región es la clave del desarrollo regional: no hay desarrollo sostenido para una región, si no es en el marco de una política nacional de desarrollo regional. Por su parte, esta carece de toda viabilidad, si no se apoya en las capacidades endógenas de las regiones y si no muestra congruencia con la política económica general”[7]. Se pasa de una planificación del desarrollo regida por la lógica arriba-abajo que entiende el desarrollo como producto de impulsos exógenos (desarrollo adquirido), a una planificación participativa que da mayor autonomía a los gobiernos locales para generar las capacidades necesarias para gestionar su propio desarrollo (desarrollo generado).
Esta nueva noción de desarrollo generado pone en el centro de la escena a los actores locales como agentes generadores de desarrollo, entendiendo por actor local a “todos aquellos agentes que en el campo político, económico, social y cultural son portadores de propuestas que tienden a capitalizar mejor las potencialidades locales”[8]. Por lo que se logra ir un poco más allá del concepto tradicional de actor, que lo define a partir del cumplimiento de un rol pre-establecido en el escenario social, ahora los actores locales se definen a partir del sentido y objetivos que guían sus acciones.
Los actores relevantes de Rinconada son, las empresas mineras de capital extranjero, el gobierno local y en el plano de la sociedad civil, las comunidades indígenas. Es claro que hay una relación asimétrica entre estos actores, por lo que será fundamental asegurar la participación de la sociedad local en el proceso de desarrollo, involucrando a los grupos locales, en este caso las comunidades indígenas en el proceso de toma de decisiones. Esto no será nada fácil porque, por un lado, las empresas extranjeras con la venia del Estado-Nación operan con total arbitrariedad y por otro lado, al interior de las comunidades, se dan conflictos de intereses particularmente en relación a la instalación de la minera, las manifestaciones contrarias conviven con expresiones favorables pues la visualizan como fuente de trabajo, por ello habrá que trabajar en buscar adecuar el interés de los actores individuales al interés colectivo del territorio. Y se deberán diseñar políticas de modo que las administraciones locales intervengan también como actores decisivos en un ejercicio de concertación público-privada para hacer frente a las diferentes situaciones[9].
Las acciones que despliegan los actores locales se dan en el marco de un territorio que no se define apriorísticamente sino que es una construcción histórica, cultural, política y social que los propios actores han forjado; por ello decimos que lo local es el punto de encuentro entre territorio y desarrollo, el ámbito dónde los actores (en tanto espectadores) se convierten en agentes (en tanto protagonistas de su propio destino).
Pero en tanto producto social, el territorio es algo inacabado, una realidad en permanente movimiento. Esta definición nos ofrece una estructura flexible, sin límites jurisdiccionales predefinidos, propone una configuración del territorio dinámica y cambiante. En este sentido, los actores relevantes de Rinconada podrán cooperar con otros agentes de desarrollo de otros departamentos para tratar temas comunes a la región (puna jujeña) lo que provocaría una ampliación del territorio en cuestión.
Consecuentemente, el territorio es mucho más que un espacio geográfico es el lugar de expresión de intereses diversos, de conflicto y de poder compartido y también es fuente o manifestación de la identidad espiritual y cultural de un pueblo. Para los pueblos indígenas la construcción de la significación del territorio se construye a partir de la estrecha relación ser humano-naturaleza, considerando al ser humano parte inseparable del territorio, esta cosmovisión crea una manera particular de organización, tenencia, uso y aprovechamiento del territorio.
Lo que sigue es preguntarse cómo un territorio puede mejorar las condiciones de vida de su población, es decir “desarrollarse”; el enfoque del desarrollo local reconoce que el desarrollo se basa en capacidades más que en dotación de factores y señala que el desarrollo se logra a partir de los recursos y fortalezas de cada territorio. En este sentido sostiene que es fundamental aprovechar el potencial endógeno de cada territorio pero al mismo tiempo, en ocasiones, será preciso, en términos de Augusto de Franco, invertir en “capitales intangibles como capital humano, capital social y capital natural”[10].
Siguiendo la propuesta de Oscar Madoery, las capacidades esenciales de un territorio pueden clasificarse en: capacidad de articulación, tanto con el entorno espacial (capacidad de adaptación frente a los cambios) como con su historia (indica que los procesos de desarrollo se construyen a partir de una identidad); capacidad institucional, que da cuenta de los cambios que se producen dentro del territorio por el peso que tienen las organizaciones; y la capacidad decisional, que muestra la influencia que ejercen los distintos actores sobre el proceso de toma de decisiones.
Para el caso que nos ocupa podemos afirmar que es necesario aumentar la capacidad de articulación de Rinconada, a partir de generar mayores relaciones de tipo horizontales con otros niveles de la administración pública, y seguir fomentando el fortalecimiento de las organizaciones de la sociedad civil a partir del reconocimiento de su historia, cultura, tradiciones y valores, pero para ello será imprescindible actuar bajo los lineamientos de la interculturalidad; concepto que nos remite a la idea de diversidad cultural, al reconocimiento de que vivimos en sociedades cada vez más complejas donde es necesario posibilitar el encuentro entre culturas. La interculturalidad será una variable fundamental a la hora de analizar cómo se producen las relaciones entre los distintos grupos sociales y culturales y cómo las estructuras políticas y económicas condicionan esas relaciones. La interculturalidad requiere de análisis rigurosos que favorezcan la compresión de los conflictos que necesariamente surgen en este contexto (riesgo de asimilación, de pérdida de identidad cultural, de marginación social) y que aporten elementos para definir políticas críticas capaces de enfrentar lo que constituyen los auténticos obstáculos en este camino: la injusticia y la desigualdad.
Respecto de la capacidad institucional será menester que los gobiernos locales continúen comprometidos fuertemente con el desarrollo de la región y reafirmen la legitimidad social de modo de aumentar su poder sobre el mercado; en este camino será preciso que sigan tejiendo alianzas políticas a través de la conformación de redes intermunicipales con el objetivo de mejorar su posicionamiento en los procesos de negociación; negociación inevitable si se busca llevar adelante cualquier tipo de Proyecto Político Local. Y por último será necesario que la sociedad civil organizada logre mayor influencia en los procesos de toma de decisiones, de manera de generar mecanismos de participación ciudadana que transformen la democracia en un sistema más participativo, más equitativo y más igualitario.
En términos generales Rinconada goza de las ventajas propias de las localidades medias y pequeñas, mayor flexibilidad, cooperación, solidaridad social e incipientes procesos participativos en la toma de decisiones. Pero presenta falencias en lo referido a infraestructura, equipamiento, accesibilidad, servicios y funciones cualificadas, investigación y desarrollo[11]. Por ello los actores locales junto con el Estado-Nación deben trabajar juntos en pos de superar estas falencias, los primeros comprometiéndose a esforzarse por transitar su propio sendero del desarrollo y el segundo asumiendo un nuevo rol en tanto condicionante e impulsor del desarrollo local.
En el marco de este compromiso, de Franco plantea la necesidad de trabajar en torno a las siguientes acciones: capacitación para la gestión local, generación de una nueva institucionalidad participativa, un diagnóstico y una planificación participativas; conformación participativa de una agenda local de prioridades de desarrollo; celebración de un pacto de desarrollo en la localidad comprometiendo a cada uno de los actores relevantes; fortalecimiento de la sociedad civil; fomentación de las capacidades emprendedoras de los actores e instalación de sistemas de monitoreo y evaluación.Entonces, como se mencionara precedentemente, la viabilidad de un proceso de desarrollo endógeno exige, por sobre todas las cosas, voluntad política y participación de las organizaciones e instituciones representativas de los territorios porque todo Proyecto Político Local se fundamenta en la construcción de poder local. Y poder significa, cuanto menos, combinar liderazgo decisional por parte de los agentes territoriales más relevantes, consenso organizativo y voluntad de cooperación entre gobierno local, mercado local y sociedad civil local[12].

[1] Augusto de Franco, ¿Por qué precisamos de un desarrollo local integral y sostenible?, (2000).
[2] Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, Desarrollo y autodependencia, (1986).
[3] José Arocena, El desarrollo local: un desafío contemporáneo, (1995).
[4] Manfred Max-Neef, Antonio Elizalde y Martín Hopenhayn, Desarrollo y autodependencia, (1986).
[5] Concepto utilizado por Oscar Madoery en un artículo publicado por la Revista Política y Gestión, volumen 2. Más adelante retomaremos esta idea a partir del análisis de las capacidades endógenas presentes en cada lugar, porque reconoce que el desarrollo se basa en capacidades más que en dotación de factores; entiende que el desarrollo depende cada vez más de aptitudes, valores y comportamientos.
[6] Oscar Madoery, El Proyecto Político Local como alternativa de Desarrollo, (2001).
[7] Sergio Boisier, Post-scriptum sobre desarrollo regional, (1998).
[8] José Arocena, El desarrollo local: un desafío contemporáneo, (1995).
[9] Francisco Alburquerque, La importancia del enfoque del desarrollo económico local, (2001).
[10] Augusto de Franco en ¿Por qué precisamos de un desarrollo local integral y sostenible?. Este autor afirma que será preciso invertir en “capital humano”, que refiere de forma directa al conocimiento y a las capacidades de generarlo que abarcan la educación, la salud, la nutrición, la cultura, etc., en “capital social” refiriéndose a los niveles de organización de una sociedad y al grado de desarrollo de valores tales como la confianza y la cooperación, y en “capital natural” que atañe al cuidado de las condiciones ambientales y físico territoriales heredadas.
[11] Oscar Madoery, Capacidades Territoriales para el Desarrollo, en Políticas Públicas y Desarrollo Local, (1997).
[12] Sergio Boisier, Conocimiento y Gestión Territorial en la globalización, (1998)

viernes, 24 de agosto de 2007

Análisis de un territorio. Municipio de Ensenada

por Roxana Garbarini
Introducción
El concepto de desarrollo ha involucrado durante la segunda mitad del s.XX una mirada disciplinar de carácter económico-político y de las ciencias humanas, a fin de pensar sus capacidades y dimensiones entorno a la relación tiempo y espacio.
El predominante planteamiento modernizador estructuró la noción en un encadenamiento particular que supuso la creación del desarrollo sobre la base del crecimiento económico y de la cuantificación del mismo (PBI per cápita), de la noción de progreso como racionalidad aplicada a la ciencia y a la técnica, y del ejercicio del poder como estructura de dominio de la naturaleza. Su objetivo de carácter temporal supuso un pensamiento evolucionista que adhirió –consciente o inconscientemente- hacia estadios superiores y mejores.
Eduado Devés Valdés (2003, p.22) articula el concepto de desarrollo como un …crecimiento autosostenido que envuelve durante un periodo relativamente largo el conjunto de una sociedad; es también un proceso donde confluyen, en primer lugar, elementos económicos, que irán acompañándose por factores sociales y culturales; también se lo ha identificado como una mejoría en las condiciones de vida de las masas…
pensando el proceso de desarrollo bajo la estructura de un proyecto modernizador de las ciencias y de hibridaciones que buscan la expansión económica latinoamericana.
Su definición supone una adhesión a la noción de producción vinculada con el tiempo (periodo relativamente largo), donde se enlazan factores sociales y culturales en consonancia con la dialéctica histórica.
En el plano de la modernidad el tiempo se emancipa del espacio. Determina las distancias, las políticas de producción y se acelera como factor de la diferencia y de lo productivo/improductivo.
El espacio, en cambio, es la estructura liminar entre el tiempo y el resultado del proyecto. Determina lo existente, lo material.
Por lo tanto la producción, entendida como la fuerza de la existencia, es la delimitadora de nuevos territorios y fronteras. Se constituye en el factor tangible que reacomoda el mapa global de las nuevas fronteras.
El espacio tomado como “configuración espacial”, no se puede pensar por fuera de la globalización. Zygmunt Bauman (2000; p.126) define que el espacio ya no limita la acción ni sus efectos, y cuenta muy poco y nada en absoluto. El autor habla de su pérdida de “valor estratégico”.
Si todo el espacio se puede aprehender en un mismo lapso de tiempo, ya no hay “valor especial”. Sin embargo la ciudad sigue buscando su lugar ya no sólo como cabecera de territorio sino como referencia del flujo de intercambio entre las regiones.
Superar el a-historicismo y el carácter universal de la relación tiempo-espacio permite pensar, a la luz de una teoría del territorio, una nueva relación que se organiza en el campo de lo local, regional y global.
El espacio global nos sugiere una estructura de intercambios sociales, políticos y económicos de carácter desterritorializado, pero que a su vez vincula la aceptación de la movilidad y la heterogeneidad de planteos, conducentes al debate de las nociones de proyecto o proceso constitutivo de un nuevo espacio.
Se trata de pensar que las escalas macro o micro territoriales se vuelven complementarias y se enlazan bajo un sistema, como espacio único de relaciones que plantea desde abajo la constitución del desarrollo como umbral de los territorios.
Si la lógica del desarrollo ligada a la idea del cronómetro y de su posterior visión sobre la estructura del espacio y las transformaciones globales, no ha logrado construir la idea de desarrollo privilegiando el “carácter” por sobre la “norma”, se trata entonces (a la hora de estudiar un territorio) en pensar el desarrollo local no como una adjetivación que profundiza un aspecto, sino de colocar la noción de territorio y su dominio como una fuerza endógena.
Esto permite acercarnos al “carácter” del territorio como propulsor de un “desarrollo generado”.

Territorialidad y desarrollo en Ensenada

La ciudad de Ensenada plantea la construcción de un territorio geográficamente definido y un territorio simbólicamente delimitado. Esta caracterización responde a la capacidad generalista de establecer la construcción de un territorio localizable en la red global, pero reinventado y retrazado por el conjunto de reglas que gobiernan el comportamiento común.
No es posible pensar el desarrollo sin tener una visión del territorio. Oscar Madoery (2007; p.1) define el desarrollo territorial como la escala geográfica de un proceso. Es una escala continua donde es posible reconocer diferentes niveles: nacionales, supranacionales y subnacionales.
La pertenencia del territorio en el marco de una cartografía global define a Ensenada como un Municipio a orillas del Río de La Plata. Sin embargo en su envergadura nacional se destacan datos que permiten precisar su ubicación: al este de la Provincia de Buenos Aires, sobre el litoral sur del Río de La Plata, dista 7 km de la Ciudad de La Plata y a 65 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, limita con los municipios de Berazategui, La Plata y Berisso.
Estos datos articulan el límite físico del territorio y la distancia que automáticamente se traduce en tiempo para llegar desde la autopista, por calles principales de acceso, por el puerto, en tren.
Frente a esto Ensenada piensa su territorio, políticamente dividido en: Punta Lara, Dique y Casco Ensenada (ver mapas con sus divisiones, anexo 1). Bajo esta estructura el municipio organizó en el año 2006 un estudio descriptivo transversal a fin de medir las necesidades insatisfechas y problemáticas del ciudadano.
El municipio zonifica el territorio a fin de pensar las entradas y las salidas, las zonas son solo flujos de personas y de mercancías. Punta Lara es el territorio de cara al río, es lugar de salida de embarcaciones recreativas, pero es también el lugar de entrada del río[1]. El Dique es el territorio al límite del partido, lo traza la calle 122 que ha reconfigurado su estructura en los últimos años a partir de su conexión con la autopista La Plata-Buenos Aires, convirtiéndose en un eje de servicios mecánicos y para la construcción. Los dos hipermercados (Día y Vea) de El Dique, se convirtieron en los dadores de empleo a partir de la última crisis económica. Punta Lara y el Dique se conectan por el camino Domingo Mercante que coloca en la distancia media al CEAMSE.
El Casco Ensenada es otro territorio de interacción y conflicto. Conviven en una misma trama el espacio urbanístico tradicional (heredero de las leyes de Indias) con un tejido público, estático y referencial en torno a la plaza fundacional; la Zona Franca La Plata a la que se ingresa por tierra desde autopista, pasando frente a la iglesia de la plaza fundacional, hacia los terrenos expropiados a la estructura del Astilleros Río Santiago. La trama se abre luego hacia la zona oeste en vínculo con la gran empresa (YPF) y la zona portuaria.
Gilles Deleuze (1986; p.60) recupera la noción foucaultiana del “diagrama” como una máquina casi muda y ciega, aunque vea y haga hablar. Este diagrama es la cartografía coextensiva y de funcionamiento, libre de distribución del espacio (tomemos territorio) donde conviven acciones formalizadas y no formalizadas, organizadas y no organizadas.
Esta definición nos abre el campo hacia la observación del territorio donde el “diagrama” no distingue la forma entre un contenido y una expresión. Este diagrama es en Ensenada la traza del desarrollo producto de las intervenciones de arriba hacia abajo, “en general a partir de los impulsos exógenos al territorio nacional (vía la ayuda al territorio proveniente de los organismos internacionales), o exógenos a las regiones interiores de un Estado (vía la planificación centralizada o la reasignación territorial de recursos)”(Madoery, O: 2001, p.5)
El territorio ha recibido acciones exógenas en los últimos 50 años (desde que en 1957 es declarado nuevamente municipio y se deslinda de la acción política de la Ciudad de La Plata). Estas acciones se han centralizado en las crisis que han producido: la venta de YPF, la implantación de la Zona Franca, la desestructuración productiva de mano de las industrias lindantes como Siderca y el establecimiento del CEAMSE, por mencionar las decisiones del Estado.
Un solo foco productivo se cristalizó en el tiempo (fruto de la no transferencia tecnológica) a partir de su traspaso como industria nacional a industria provincial, a partir de la ley 1787/93 y 3826/94 como contrato de transferencia del Astillero Río Santiago, que queda eximido de las privatizaciones de los años ´90.
Sin embargo la fábrica se detuvo en el tiempo, llegó a la crisis de producción por la falta de encargos nacionales e internacionales de construcción naviera, pasando a sustituir su producción en la fabricación de la estructura del Estadio Único La Plata y torres para energía eólica. Su gran factor de supervivencia fue mantener, a pesar de los recortes presupuestarios, la única Escuela Técnica de Industria de la Provincia de Buenos Aires (ETARS). Claro que, sin observar el fin último de las mismas: la inserción laboral de los estudiantes.
Bajo estos criterios las dimensiones del desarrollo territorial pensadas desde el desarrollo exógeno y desde la territorialidad dominada por la superestructura del Estado, obvió las capacidades locales para generar iniciativas hacia un desarrollo generado.
Oscar Madoery (2001, p.5) define que el desarrollo es entendido como un conjunto de capacidades pensadas endógenamente. Esto significa que en el plano del desarrollo local es necesario revisar las variables únicas que le dan singularidad.
Estas variables se entretejen en las relaciones que se establecen entre: el Estado, el Mercado y la Sociedad Civil. Se trata entonces a la hora de pensar las dimensiones de análisis del territorio local de abajo hacia arriba, observando las escalas económico-sociales, político-institucionales y socio-culturales.
Dimensiones del desarrollo en el territorio local
Si el territorio local asume los circuitos de producción y desarrollo para accionar e interactuar con los espacios globales, entonces las políticas del estado central descansan sobre las decisiones sociales, políticas y económicas de cada territorio simbolizado.
De esta forma, el territorio local deconstruye el pasado histórico para recuperar los valores culturales como medio para saldar la identidad de los procesos (urbanos –rurales) de transformación. Los discursos y las actuaciones históricas demuestran, en el territorio local, que lo nuevo no suplanta totalmente lo anterior sino que se amalgaman dejando su impronta sobre el territorio.
Ensenada vive de la mezcla del valor tradicional del desarrollo (que no alcanzó a consolidarse) y del replanteo de las pautas de crecimiento. Su pasado cultural la coloca como un encuentro de las tradiciones españolas, italianas, polacas y caboverdianas que se unen en fiestas, gastronomía, apropiaciones estéticas y cultura del trabajo.
Si el desarrollo es esencialmente un cambio cultural y el municipio identifica la diferencia cultural arraigada al pasado histórico, entonces es esta quien construye o produce los juegos de la diferencia.
Pero los modos de vida del municipio no son soluciones sino contradicciones sistémicas. Culturalmente continúa arraigado el factor de la familia donde el padre es empleado en la empresa (YPF o Astilleros Río Santiago), la madre se queda en casa y el hijo va a la escuela alcanzando generalmente el nivel Polimodal.
Ensenada no realiza un estudio estadístico de Educación desde 1987[2] que arrojó, por otra parte, sólo datos cuantitativos y no cualitativos. Por lo tanto el territorio local no ha revisado el anclaje cultural hacia el área educativa observando sus potencialidades de desarrollo ni las necesidades cualitativas de formación o tipología de escuela.
Esto repercute en el territorio local en su bajo grado de incorporación laboral hacia las empresas públicas y privadas. No se han observado diálogos entre los sectores de formación y del mercado laboral capaces de evitar la dispersión de los sujetos formados. Sólo en el caso del Astillero Río Santiago que ha logrado luego de la crisis del 2001 recuperar su factor endógeno de formación, articulando la participación de los profesionales de planta para la formación de obreros y de los estudiantes del ETARS. Del mismo modo logró un sistema de becas para la formación universitaria en convenio con la UTN (Universidad Tecnológica Nacional, Berisso)
Pero existe un pasado cultural relevado en la historia oral de Ensenada que recupera las capacidades de resolución de los objetos (para calentar ambientes y agua, pescar, otros) que se transmite como el valor de la técnica aprendida en la fábrica transferida al ámbito doméstico. Revisar el texto de Bernatene y Ungaro[3], nos demuestra como el mundo de las máquinas y los artefactos, de la vida cotidiana y la tecnología no son dos mundos separados. Del mismo modo permite recuperar dos valores culturales de Ensenada: la visión relacional y la cooperación frente a la resolución de problemas.
Los pobladores de los años ´20 y ´30 denominados por Beatriz Sarlo “inventores locos” y los constructores de destrezas en la sustitución de importaciones[4], dan al Municipio de Ensenada el pasado de individuos que desarrollan su propia estrategia productiva desde su base cultural vinculada al sentido práctico (no es raro entonces encontrar un sistema disperso de: fundidores en tierra, soldadores, productores de braseros y parrillas).
Koselleck R. en Futuro pasado (1993), realiza una diferenciación adecuada para repensar los lazos culturales de un territorio local:
… “entendiendo "tradición" como un conjunto de prácticas que se repiten dentro de la vida privada de las personas, que imponen cierta continuidad, heredadas de generación en generación, mantenidas algunas, con ligeros cambios, desde tiempos remotos. En lo cotidiano se expresa, a diferencia de la continuidad de las tradiciones, como una serie ininterrumpida de rupturas tanto en los equipamientos como en las conductas ligadas a su uso, códigos y costumbres”...
De esta forma, la escala socio cultural de un territorio local no es sólo multidireccional por la diversidad de sus tradiciones y su anclaje histórico, sino también por la serie ininterrumpida de rupturas que se suceden en la prácticas de lo cotidiano. Esto es un desafío para el desarrollo endógeno y la territorialización local simbólica.
Las dimensiones del desarrollo en su perspectiva de definición de un territorio local identifican como una segunda componente para el desarrollo endógeno la mirada estructural ligada a la economía, caracterizada por un sistema específico de producción que permite a las empresas locales disponer de factores productivos y alcanzar los niveles de productividad que le permiten ser competitivos en los mercados (Madoery O: 2001, p.25)
La perspectiva estructural endógena de Ensenada plantea desde su fundación la noción de “puerto de complemento” (1904) abriendo sus posibilidades hacia la constitución del “puerto industrial”. Si bien las estructuras productivas han buscado esta salida, la misma se ve y se vio perjudicada por la cercanía al Puerto de Buenos Aires.
Datos Demográficos de la Muestra La encuesta realizada por la consultora DMARK Argentina sectoriza el nivel socioeconómico territorial de las zonificaciones ya mencionadas: El Dique, Punta Lara y Casco Ensenada, arrojando los siguientes datos sobre una muestra de 390 encuestados.
Muestra por Nivel Socio-Económico
En el ámbito económico-social se define un nivel C3 y C4 como estructura de ingreso (sin medio de movilidad propio, sin tarjeta de crédito y sin empleo estable). Para el 55% de los encuestados el 13% considera la desocupación como un problema territorial.
Si como expresa Madoery (2001, p. 220) las recurrentes crisis que ha atravesado la economía argentina restringen fuertemente el desempeño de los gobiernos locales en tareas de generación de riqueza y empleo y la dinamización de sus tejidos productivos territoriales; es notable que en Ensenada este problema esté en la punta de su agenda de resoluciones, aunque no se manifieste en los ciudadanos.
Sucede entonces que si bien existe la noción de cooperación, el conjunto de la sociedad civil no desempeña un papel activo de iniciativas para el desarrollo. Sus patrones regulares socio culturales no se vinculan con los patrones productivos, ya que descansan sobre el imaginario de aporte a la Nación, y al Producto Bruto Geográfico de Buenos Aires estimulando desde el sitio web del municipio el concepto de participación del: Sector primario : 1,90%; Sector secundario: 7,84%, Sector terciario: 9,29%
Si revisamos algunos acontecimientos observamos que económicamente Ensenada sigue ligada a:
· La estabilidad macroeconómica que redujo la presencia del Estado en la privatización de YPF. Donde participan las empresas como Polo petrolero y petroquímico compuesto por grandes empresas tales como: Destilería La Plata de Yacimientos Petrolíferos Fiscales, Petroquímica La Plata, Petroquén, Industrial Maliec S.A.:, Polibutenos Argentina S.A. y Aco S.A.
· A la estructura centralizada de desarrollo con promoción hacia la industria naviera (Astilleros Río Santiago) que mantuvo la institucionalidad de la empresa estatal manteniendo el patrimonio de conocimiento en oficios, sin reorganización productiva, con fallas en el sistema de innovación y con deficiencias en la transferencia tecnológica. Cabe recordar como en el año 2005 el presidente ecuatoriano pronunció un discurso que posibilitaba la construcción de 6 naves petroleras en convenio con la Nación. Este impulso sólo posibilitó el ingreso para arreglos de dos barcos. Para el convenio se debía participar en una licitación frente a los productores globales (Canadá, Inglaterra, otros)
· A la necesidad de ampliación de los mercados desde la instalación de la Zona Franca Industrial. En su agenda supone la influencia de Astilleros Río Santiago, Polo Informático y Polígono Industrial (Berisso), a fin de fomentar las exportaciones, propiciar la radicación de industrias con plantas de alta tecnología y cuya producción se destine a tal fin, especialmente bienes de consumo final. Para ello se establece un régimen especial de exenciones impositivas y aduaneras. Sólo circulan y por tierra las mercaderías que ingresan desde el Puerto de Buenos Aires (fundamentalmente automóviles).
Desde estas perspectivas, es complicado medir las posibilidades de un desarrollo endógeno frente a un sistema económico territorial que no revisa en primer medida que su observación se centra sobre la zona Casco Ensenada y que no repasa aquellos factores que Francisco Alburquerque (2001, p177) define como los que están removiendo la base productiva de los diferentes sistemas económicos territoriales:
El tránsito hacia nuevas formas de producción. Ensenada ha recibido en la esfera de la empresa privada innovaciones productivas y organizativas o de gestión. Si el territorio manifiesta que el Estado Nación no es el único vertebrador del sistema económico debe avanzar hacia un replanteo post fordista y de incorporación tecnológica, observando las capacidades de la gran empresa y de las pymes o pequeños emprendimientos a fin de contemplar su fortalecimiento económico en los mercados locales y de integración global.
La introducción de la microelectrónica. El municipio podría detenerse en el factor de producción en tiempo real, aunque esta reorganización inteligente supone recursos humanos cualificados
La importancia de la calidad y diferenciación en los productos. Esta estrategia económica no sólo debe producirse al interior de la empresa sino también en su entorno territorial ¿Cuál es en el territorio local el sentido de la cultura del diseño?
La renovación incesante de productos y procesos. Si el diseño supone un proceso de intervención proyectual como estímulo a la producción y el consumo, la renovación es parte de proyectar la forma e informar.
La segmentación de la demanda y los nichos de mercado. Se debe asistir como sucedió en los momentos de crisis (caso Astilleros Río Santiago) a la búsqueda de nuevos mercados conociendo la segmentación de los mismos, como amplitud de las posibilidades productivas de cada empresa.

Es fundamental frente a estas decisiones observar, para poner énfasis en el desarrollo territorial local, el nexo con la tercer componente político institucional. Si en lo cultural la tradición, la cotidianeidad (como valor de la sociedad en proceso) y el cooperativismo, son lugares donde los sujetos sociales emergen como los actores del trabajo por la autodependencia productiva (oficios) o por la incorporación a la empresa; y si en el entramado económico las relaciones de cooperación entre las empresas, clientes y proveedores, no acompañan la formación, capacitación y gestión porque todavía está presente la continua existencia de la “dependencia”, entonces es el nexo con la participación política el referente que puede organizar la institucionalidad local de las decisiones.
Oscar Madoery (2001, p27) define las instituciones como las reglas del juego formales e informales que pautan la interacción entre los individuos. Estas reglas no son neutrales, ni social ni políticamente. Para Ensenada las perspectivas del territorio local pueden cambiar en la medida que las capacidades relacionales locales de desarrollo avancen hacia el plano tangible por la mediación de redes horizontales de participación política en las decisiones.
La dimensión política institucional del municipio debe explicar la base del desarrollo sobre las capacidades locales, la cultura de la innovación y el diseño al interno de las organizaciones empresariales estatales y privadas, la flexibilidad de sus organizaciones, la capacidad tecnológica y de formación, a fin de facilitar el crecimiento territorial.
El nuevo pensamiento crítico político debe superar la falsa opción de celebrar modelos descontextualizados de acción por los términos de gestión de la expresión de un nuevo estado.
El poder ya no transcurre en la obra pública impuesta al territorio sino en la obra concertada atenta a las demandas y aportes de la sociedad. En este sentido el municipio ha salido a verificar su presencia directa sobre el territorio a fin de medir las nuevas formas de la planificación. Para determinar las temáticas de su gestión pública midió en primera instancia las acciones del municipio llevadas a cabo por la última intendencia:
Calificación de Acciones del Municipio


De las mismas se establece que las prestaciones municipales, la recuperación de edificios y obra públicas miden el mayor grado de conformidad (65, 64 y 63%), en tanto las problemáticas vinculadas al CEAMSE, la contaminación de canales y la defensa de inundaciones miden el mayor grado de disconformidad por la acción política para solucionarlas (29, 17 y 12%).
Revisando los resultados de las prestaciones por zona se puede verificar que las tres zonas realizan críticas sobre la gestión política del municipio hacia los problemas ambientales, que la zona Casco Ensenada califica como negativas las acciones de saneamiento e inundaciones, en tanto la zona Punta Lara califica negativamente las actuaciones en planes de vivienda y la zona el Dique califica como un problema central la actuación municipal hacia la reinserción laboral e inundaciones.
El municipio debe repensar las demandas y proponer una forma consensuada de concertar las respuestas, pensando la racionalización de los recursos propios y el encauzamiento de los ajenos.
Cuando se califican los problemas del municipio reaparecen fuertemente remarcadas las transformaciones del medio natural y de los impactos sobre el medio ambiente de los factores productivos y de las decisiones exógenas de implantación de la planta de descomposición a cielo abierto. No hace falta en Ensenada tener la agenda política en las manos para darse cuenta que la toma de decisiones sobre le dimensión ambiental del desarrollo territorial local está en el centro del conflicto. Basta con respirar y con observar los siguientes datos: el 75% de los encuestados consideran el mayor problema la contaminación.
Calificación de los Problemas del Municipio










Relaciones horizontales, actores y administraciones territoriales para el desarrollo
Arocena (1995) define que el actor local es todo aquel individuo, grupo u organización que desempeña roles en una sociedad. El gobierno local, las empresas públicas, las agencias del gobierno central y provincial, son actores político-institucionales. La microempresa y el artesanado, la pequeña y mediana empresa, la gran empresa son actores de mercado. Las comisiones vecinales, las organizaciones de voluntario, las iglesias, los comités políticos, las organizaciones no gubernamentales, son actores sociales.
Simultáneamente Alburquerque (2001) define la necesidad de establecer relaciones menos jerárquicas y más horizontales entre los diferentes niveles de gobierno y los distintos actores locales y administraciones territoriales.
Ambas miradas apuntan a la redefinición para la creación de agencias de desarrollo territorial como medio para la acción conjunta de actores públicos y privados, encargados de la ejecución de acciones políticas relevantes.
El municipio de Ensenada plantea un lugar horizontal de actuación para la redefinición del entorno territorial concreto. Allí las acciones se desconcentran de la función que las autoridades centrales han marcado en forma exógena (perjudicando el territorio, los objetivos de producción, los flujos de crecimiento productivo y la subsidiaridad de acciones de desarrollo) para generar una ruptura que reorganice los vínculos políticos, económicos, sociales y culturales.
Se establece la creación de una Mesa Territorial para el Desarrollo productivo y la Promoción del empleo, a fin de generar una entidad de creación y reflexión sobre el territorio para producir desde un nivel inferior asistencia a las prioridades de desarrollo territorial local y expandirlo.
Su figura legal es de una asociación civil sin fines de lucro y participan diferentes organismos, empresas y otras instituciones de la comunidad de Ensenada: Municipalidad de Ensenada, Cámara de Comercio e Industria de Ensenada, Puerto La Plata, Concejo Deliberante, Comunidad Salesiana, Media Caña S. A, A.R.S, Petroken, Zona Franca La Plata, Panificadores Ensenada, Supermercadistas Ensenada, Profesionales (Abogados, Contadores), ONG Ambientalistas, entre otros. Si bien es una acción que se manifiesta mediante el sitio web del municipio, reconocida a comienzos de 2007, unos de sus problemas se centra en las 11 premisas que atienen a su misión y las 18 líneas de trabajo con categorías que se solapan (ver anexo 2).
No se puede evaluar la sustentabilidad de esta iniciativa sólo con la estructura de las posibles acciones indicadas. Lo cierto es que los objetivos apuntan a crear un espacio de desarrollo industrial. Cabe la duda sobre cómo y porqué se decidió el modelo de la incubadora por sobre el resto de las experiencias internacionales de promoción del desarrollo.
Seguramente Ensenada está en vías de construcción de su estrategia de desarrollo, conoce su sociedad local y la diversidad de la misma, atenta a un problema de alrededor del 43% de desocupados. Conoce la complejidad de su contexto productivo y de circulación de mercaderías, así como los problemas de formación de recursos humanos (la mayoría de los recursos formados los importan de La Plata o Buenos Aires, para las grandes empresas privadas y públicas).
Sus capacidades de desarrollo se orientan en la generación de un distrito de producción industrial orientado a la industria petroquímica y del acero. Para esto cuenta con las industrias ya mencionadas a lo largo del trabajo y se encuentra revisando:
La creación de entornos adecuados: Independencia de acceso a la Autopista La Plata-Buenos Aires, Recuperación del Puerto (profundidad y dragado), infraestructura de caminos para la circulación de mercaderías por fuera del casco histórico. Ordenamiento del suelo en la costa de Punta Lara revisando la pertinencia de los balnearios sindicales. Ordenamiento de la traza de la avenida 122 perteneciente a la zona El Dique.
Sistemas productivos locales: En busca de establecer nuevos eslabones productivos y diversificación productiva conectiva, plantea la creación del Parque Industrial Ensenada en los terrenos de la ex planta IPACO. La idea es la generación de microempresas proveedoras para las grandes industrias, que contemplen cadenas de agregado de valor y que generen puestos genuinos para la incorporación de los trabajadores desempleados. El Parque contará con la reducción impositiva y subsidios de desarrollo de la Provincia de Buenos Aires.
Difusión de los conocimientos e innovación: Atenderá el enlace con las grandes empresas y las empresas establecidas en el Polo Industrial Ensenada, para la formación de recursos humanos y capacitación, con enlaces a través de convenios firmados con la Universidad Nacional de La Plata. Esta relación Empresa – Universidad servirá como soporte de transferencia tecnológica, estudios estadísticos y construcción de la denominación de origen.
Organización de la coalición de estrategias: Si bien no presenta los roles de los responsables de asistir la eficiencia económica, la equidad social y el equilibrio medioambiental, es notable que al menos existe un interés marcado de generar las normativas necesarias y de respetar las normas ISO medioambientales en conjunto con las ONG actuantes y el espacio político de las decisiones. Es fin del Parque Industrial servir y nacer como modelo de sustentabilidad medioambiental y económica
Resolución de los problemas medioambientales: Con la intención de dar respuesta a las demandas sociales por la instalación del CEAMSE, se ha logrado la firma del Gobernador Felipe Solá para el cierre definitivo del depósito a cielo abierto. Actualmente Ensenada cierra sus puertas a las problemáticas de la basura de los municipios lindantes y repiensa la posibilidad de actuar con su Planta de Minimización de RSU. No es claro si actuará en forma conjunta con el Programa Sin Desperdicios.
Los cinco puntos arriba mencionados permiten clasificar las propuestas en el marco de un desarrollo endógeno dada la multiplicidad de las miradas de actores que participan, la idea de un territorio expandido, el reconocimiento de una sociedad dinámica y la perspectiva de promover respuestas propias a problemas propios.
Sin embargo es sólo un foco de indicios, puesto que no quedan definidas las actuaciones de una Agencia de Desarrollo, Centros de Empresas, Centros de capacitación y en manos de quién y cómo se realizarán y realizan los sistemas de información territorial. No es clara tampoco la estructura de un posible Plan estratégico de desarrollo con sus diagnósticos, identificación de problemas, incorporación de actores y orientaciones para la actuación social, política, económica, cultural y medio ambiental.
Es claro que se verifican en el territorio el carácter de proximidad, interacción y compromiso donde participan decisores, técnicos y trabajadores valorizando el conocimiento contextual.
Bibliografía
Alburquerque, Francisco (2001) La importancia del enfoque del desarrollo económico local. En A. Vázquez Barquero y O. Madoery (eds) Transformaciones globales y políticas del Desarrollo local. Homo Sapiens ediciones, Rosario, Argentina
Arocena, José (1995) El desarrollo local: un desafío contemporáneo. Editorial nueva sociedad, Caracas.
Bauman, Zygmunt (2000) Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires
M. Bernatene y Pablo Húngaro (1999). Imbricaciones. Vida Cotidiana de Hombres y artefactos. IV Encuentro Nacional de Historia Oral , Buenos Aires.

Delleuze, Gilles (1986) Foucault. Ed. Paidós Studio, Buenos Aires
Deves Valdés, Eduardo (2003). El pensamiento latinoamericano en el siglo XX. Desde la CEPAL al neoliberalismo (1950-1990), Tomo II, editorial Biblos, Buenos Aires.
Dorfman Adolfo (1983) Cincuenta años de industrialización en la Argentina 1930-1980. Ed. Solar, Buenos Aires
Holsman, Damián (2006) Encuesta Municipio de Ensenada. Consultora DMark Outsoucing.
Koselleck, Reinhard (1993) Futuro pasado. Paidos, Barcelona
Madoery, Oscar (2001). El Proyecto político local como alternativa de desarrollo. Revista Política y Gestión, volumen 2, UNSAM, Homo Sapiens.
Madoery, Oscar (2001) El valor de la política de desarrollo local. En A. Vázquez Barquero y O. Madoery (eds) Transformaciones globales y políticas del Desarrollo local. Homo Sapiens ediciones, Rosario, Argentina
Maldonado, Tomás (2204). Proyectar hoy. Ed. Nodal, Buenos Aires
Sarlo Beatriz (1992). La imaginación técnica. Nueva Visión, Buenos Aires
Schvarzer Jorge (1996). La industria que supimos conseguir. Ed Planeta, Buenos Aires.

www. cedet.com
www.ensenada.gov.ar

Anexo 1: Mapas de las zonas definidas por el Municipio de Ensenada (Consultora Dmark, 2006)

Punta Lara

Dique


Ensenada



Anexo 2: Mesa Territorial para el Desarrollo Productivo y la Promoción del Empleo en Ensenada (en www.ensenada.gov.ar)

¿Qué es la Mesa Territorial para el Desarrollo Productivo y la Promoción del Empleo de Ensenada
La Mesa adopta la forma legal de una asociación civil sin fines de lucro, conformada por personas que actúan o forman parte de diferentes organismos, empresas y otras instituciones de la comunidad de Ensenada: Municipalidad de Ensenada, Cámara de Comercio e Industria de Ensenada, Puerto La Plata, Concejo Deliberante, Comunidad Salesiana, Media Caña S. A, A.R.S, Petroken, Zona Franca La Plata entre otros.
Su Misión es establecer un espacio institucional de concertación público-privada a los efectos de promover el desarrollo territorial de Ensenada apoyado en las siguientes premisas:
· Aumento de la competitividad sistémica en el contexto de un mundo global
· Incremento de la productividad de las empresas
· Gestación de nuevos emprendimientos de todo tipo y creación de nuevas firmas
· Formación de puestos de trabajo y fortalecimiento de los existentes
· Diversificación del perfil productivo establecido
· Agregado de valor local a la elaboración de bienes y servicios
· Configuración de una significativa denominación de origen
· Ensanchamiento de la base económica
· Fortalecimiento de la trama productiva y articulación sinérgica entre sus distintos estamentos
· Equidad social y políticas proactivas para la reinserción de los sectores excluidos socialmente
· Sustentabilidad ambiental

¿Cuáles son las líneas fundamentales de trabajo de la Mesa Territorial?
Para trabajar en el logro de su misión se proponen las siguientes líneas de trabajo:
· Promover y articular servicios de apoyo a las empresas que tiendan a incrementar el nivel de productividad y competitividad y fomenten la especialización y diversificación del sistema productivo territorial
· Coordinar la oferta de servicios existentes para las micro, pequeñas y medianas empresas y organizar nuevos servicios a partir de las demandas evidenciadas
· Gestionar recursos que provengan de la cooperación internacional y de otras fuentes identificables para destinarlos a proyectos productivos que tiendan a fortalecer el perfil de la microrregión
· Contribuir a la formación de un ambiente favorable al desarrollo local y microrregional
· Promover las iniciativas locales, apoyando la formulación, financiamiento y ejecución de planes, programas y proyectos cuyos logros ayuden a mejorar la calidad de vida de la población, con la preservación del medio ambiente
· Apoyar las diferentes formas y modalidades de asociación y articulación entre empresas que favorezcan el encadenamiento productivo y de entidades intermedias de la sociedad y asociaciones comprometidas en sus propósitos con los fines del desarrollo sustentable
· Propiciar la formación de redes de cooperación, complementación e intercambio de información entre instituciones, organizaciones y empresas que contribuyan al desarrollo productivo y empresarial, y a la difusión de innovaciones tecnológicas
· Implementar políticas comerciales y de técnicas de mercado que promocionen las ventajas competitivas territoriales con el fin de atraer inversiones y abrir nuevas oportunidades de negocios
· Realizar estudios, recopilar información, producir información primaria a través de encuestas y otros métodos adecuados, así como obtener los asesoramientos más calificados posibles, con el fin de disponer de los elementos conceptuales que permitan un conocimiento exhaustivo del territorio involucrado
· Promover y divulgar materiales de información, asesoramiento, capacitación y entrenamiento, incluso a través de los medios masivos de comunicación
· Asistir técnicamente y capacitar para la identificación, formulación, evaluación, financiamiento, puesta en marcha, gestión y tutoría de programas y proyectos económico-productivos, sociales, educativos y ambientales que tiendan al alivio y mejoramiento de las condiciones en que la comunidad desenvuelve sus actividades
· Implementar programas de formación y capacitación de recursos humanos, de recuperación de oficios, de recuperación edilicia y ambiental, de rescate y procesamiento de la memoria local, de mejoramiento de las condiciones urbanísticas, y toda otra actividad que tienda a fortalecer y configurar una fuerte identidad local
· Poner en práctica programas de incubadoras de empresas que permitan la creación de nuevas firmas capaces de alcanzar sustentabilidad por medio de una fructífera y duradera inserción en el mercado local, regional y global acudiendo a diversas formas de padrinazgo y asociación, en particular, una innovativa articulación entre representantes de la economía empresaria y la economía social
· Desarrollar programas y proyectos de cooperación técnica y de toda otra modalidad que sea funcional a los fines de la Mesa, a través de convenios con organismos nacionales, provinciales, municipales e internacionales gubernamentales, intergubernamentales y no gubernamentales
· Participar de la puesta en marcha de un proceso que conduzca a la formulación del Plan Estratégico de Ensenada y tomar contacto con quienes están desarrollando el mismo cometido en la micro región para compatibilizar las pautas de una iniciativa de tal envergadura
· Desarrollar un ambiente de cordialidad y solidaridad entre sus asociados y propender al mejoramiento intelectual y cultural de los mismos, y cualquier otro curso de acción que tienda a la elevación de la comunidad involucrada.


[1] … “y lo líquido no es nada soft. Basta pensar en un diluvio, una inundación o la ruptura de un dique”… Zygmunt Barman (2000). Modernidad líquida. Fondo de Cultura Económica, p.126
[2] … “En la última estadística se detalla la formación en tres niveles: preescolar- primario y secundario. Cuenta con 11 jardines estatales y 2 privados; 15 escuelas primarias estatales y 3 privadas; 1 escuela de educación especial; 4 escuelas secundarias del estado; 3 centros educativos complementarios y una escuela de aprendices (ARS)”… Revista Función Pública. Año VIII, Nª89, Edit Función Pública, La Plata 1995.
[3] M. Bernatene y Pablo Ungaro. Imbricaciones. Vida Cotidiana de Hombres y artefactos. IV Encuentro Nacional de Historia Oral , Buenos Aires, agosto de 1999

[4] Para caracterizar estas definiciones y su periodos ver: Sarlo Beatriz (1992). La imaginación técnica. Nueva Visión, Buenos Aires; Dorfman Adolfo (1983) Cincuenta años de industrialización en la Argentina 1930-1980. Ed. Solar, Buenos Aires; Schvarzer Jorge (1996). La industria que supimos conseguir. Ed Planeta, Buenos Aires.

martes, 7 de agosto de 2007

“Análisis de una política de desarrollo local: descentralización por microregiones en la Provincia del Chaco. El caso de la Región Metropolitana”

por Nievas, Marcelo
Rosa Marín, Carlos
Silvero, Raul.
Introducción
El objetivo del presente trabajo es analizar la política de desarrollo local llevada adelante por el gobierno provincial cuyo propósito principal es la descentralización por medio de microregiones, y evaluar los alcances de su implementación en la microregión Metropolitana.
A tal efecto se comenzó examinando la Ley 5.174 de la creación de las microregiones y evaluó si las divisiones administrativas coinciden con las divisiones reales del territorio de la microregión.
Como consecuencia se trató de determinar si dicha Ley generó un cambio en las articulaciones entre instituciones y actores de la microregión. Para ello se estudiaron las dimensiones del desarrollo endógeno, caracterizándose las actividades dentro del territorio microregional.
La conclusión global a la que se arribó es que aún no se verifica una importante “endogeneización” del desarrollo como consecuencia de la aplicación de la Ley.

Las Microregiones en la Provincia del Chaco
La Ley Nº 5.174, promulgada el 18 de diciembre de 2002, instituye el Sistema Provincial de Planificación y Evaluación de Resultados (SPPER) y habilita la conformación de “uniones regionales de municipios”.
Entre las funciones del SPPER, enumeradas en el artículo nº 2 de la ley, se establecen: identificar y definir las políticas, los planes estratégicos globales y sectoriales para la provincia; proponer los lineamientos políticos y estratégicos de la acción de gobierno; generar condiciones que favorezcan el desarrollo; formular planes y programas de gobierno; determinar criterios para “orientar” el accionar del sector privado; entre otras.
Estas funciones tienen como objetivo “mejorar la calidad de vida, favorecer la competitividad y el fortalecimiento de la economía, asegurar una utilización racional y sustentable de los recursos naturales, proyectar la provincia al plano internacional, afirmar la identidad cultural y el sentido de pertenencia y generar vínculos de solidaridad, participación, equidad social, igualdad de oportunidades y el desarrollo humano”.
El SPPER esta conformado por cuatro órganos:
1) Consejo Provincial de Planificación y Evaluación de Resultados (CPPER)
2) Unidad Coordinadora Central (UCC)
3) Unidades Sectoriales (US); y
4) Consejos Regionales (CR).


El CPPER (presidido por el gobernador y el vicegobernador junto con sus ministerios y secretarías) es el encargado de proponer las políticas de gobierno y de aprobar los planes y programas de gobierno.
La UCC “es el órgano rector del SPPER” y está conformada por la Secretaría de Planificación y Evaluación de Resultados. Entre sus funciones se encuentran la formulación de planes y programas de gobierno, orientar la acción del sector privado, formular propuestas de reforma del sector público, coordinar la asignación de recursos para la ejecución de los planes y programas de gobierno, considerar las propuestas y demandas presentados por los CR y el Consejo Económico y Social del Chaco (CONES) e incorporarlos a los planes y programas de gobierno, entre otras.
Las US son las encargadas de “articular la actividad del SPPER”, oficiando de nexo entre la UCC y los distintos CR.
Los CR (conformados por el gobierno municipal, organizaciones y personas representativas, delegaciones o agencias nacionales y provinciales) son los encargados de la “formulación y articulación de la ejecución de los programas de desarrollo local”.
En su tercer título contempla la conformación de uniones regionales de municipios como organismos supramunicipales. Enuncia que dicha unión se constituirá a partir de la “asociación voluntaria de dos o más municipios para coordinar y concertar políticas y acciones destinadas a promover el desarrollo de la región que forman parte”. El territorio que conformarán las uniones regionales, o bien, microregiones, será el de los ejidos municipales y las áreas de influencias que las conforman.
Respecto de la decisión de asociarse con otro municipio, la ley establece que será necesario que dicha decisión provenga de la autoridad de gobierno pero “sustentada en el consenso ciudadano unánime o mayoritario”, y enuncia que los factores por los cuales se elige el socio deberán ser “perdurables en el tiempo y, que en lo posible, contemplen similitudes o afinidades geográficas, históricas, culturales, económicas y sociales o complementaciones significativas”.
De este modo, la provincia quedó conformada en 8 microregiones como se muestra en el siguiente cuadro:


La primer lectura que puede hacerse de la regionalización (aunque demasiado forzada) es que hubo discrecionalidad en la agrupación de los municipios: exceptuando la microregión metropolitana (que concentra más de un tercio de la población provincial) y la microregión Oriental (que agrupa a las ciudades que rodean la región Metropolitana) las demás microregiones se componen con entre 7 y 8 municipios. Este fue el principal criterio para definir la agrupación de municipios. Además, encontramos algunos patrones de discrecionalidad en la distribución de los habitantes por región y superficie, que pueden apreciarse en el siguiente cuadro:


Además de lo enunciado, cabe mencionar algunas observaciones adicionales del análisis de la ley respecto del desarrollo endógeno:
a) La política de desarrollo endógeno impulsada desde el gobierno provincial más que un proceso de abajo hacia arriba fue todo lo contrario (lo que contradice el concepto de “endógeno”). En solamente una región se dio un proceso endógeno de asociatividad entre los municipios. Algo que no sucedió en la microregión Metropolitana, objeto de análisis del presente trabajo.
b) Otro aspecto que convalida la visión verticalista del desarrollo se aprecia en la conformación de la autoridad en la Ley, siendo claramente el órgano rector la Secretaría de Planificación y Evaluación de Resultados (UCC) de la provincia, mientras que los CR solo son los encargados de la “formulación y articulación de la ejecución de los programas de desarrollo local” lo cual indicaría que siguen lineamiento definidos desde arriba.
c) La visión del desarrollo local en la ley es “urbano”, no contemplando la relación urbano-rural.

Mapa Microregión Metropolitana


La Microregión Metropolitana como territorio

El territorio no es algo dado a priori, sino el resultado de un proceso de construcción. Es una estructura flexible, sin límites jurisdiccionales predefinidos, de construcción social y política. Esa construcción es el resultado de la interacción entre individuos, sociedad y naturaleza. Por lo tanto, el territorio es un producto histórico, cultural, vivencial y social, cuya morfología y manifestaciones le permite expresar su identidad y su singularidad, constituyéndolo así en un nuevo actor del desarrollo (Madoery; 2001). Como lo define Boisier (2003), y a los fines de nuestro análisis, consideraremos al territorio como al “ámbito de relaciones de proximidad”.

A partir de esta conceptualización de territorio analizaremos a la Microregión Metropolitana, que como vimos se conformó por cuatro municipios (Resistencia, Barranqueras, Fontana y Puerto Vilelas) al que se suma la pequeña localidad de Colonia Baranda (no constituida en municipio).

Un análisis a partir de información secundaria y entrevistas personales a actores locales nos permitirá comprender si los límites administrativos de la microregión coinciden con los límites del territorio real de la microregión:
a) movilidad de los factores: como capital provincial, Resistencia recibe un flujo importante de trabajadores de localidades cercanas como Puerto Tirol, Colonia Benítez o Margarita Belén (todos ellas integrantes de la Región Oriental Chaqueña) al mismo tiempo que las localidades de la microregión Metropolitana abastecen de mano de obra a empresas de ciudades cercanas (como es el caso de Puerto Tirol, donde el establecimiento de una parque industrial llevó a un incremento considerable de demanda de mano de obra especializada y no-especializada, dado que no se pueden cubrir con la oferta local); la fuerte relación con la provincia de Corrientes genera también un flujo considerable de trabajores;
b) oferta de bienes y servicios públicos: la microregión es receptora de importantes flujos de individuos para satisfacer necesidades de salud y educación, como casos más destacados; la calidad de las prestaciones de servicios médicos del Hospital Perrando -sito en Resistencia- hace que personas desde la provincia de Santa Fe, Corrientes e incluso localidades de Paraguay (limítrofes con nuestra provincia) asistan a dicho centro de salud, además del resto de la población del interior provincial; respecto de educación, basta con notar la presencia de las universidades (UNNE, UTN) y otros centro de estudios que reciben estudiantes de varias provincias (Santa Fe, Corrientes y Formosa) y del interior;
c) producción y comercialización: una parte de la producción local se lleva a cabo con las materias primas e insumos provenientes de otras ciudades del interior del Chaco ajenas a la microregión, así como también desde ellas se recibe una parte de la producción que se vende hacia fuera de la provincia (como la producción primaria, principalmente agrícola) que sale por vía terrestre, férrea o fluvial (a través de los puertos de Barranqueras y Puerto Vilelas); el sector comercial de Resistencia también recibe los flujos de consumidores de otras ciudades (del interior y otras provincias) como de productores que encuentran en la microregión el mayor mercado provincial; la relación con Corrientes es muy estrecha en términos de producción y comercio;
d) aspectos administrativos: Resistencia, como capital de la provincia, es centro de un parte considerable de las actividades administrativas de toda la provincia;
e) recursos culturales: Resistencia es centro de actividades culturales y sociales que reciben flujos de otras ciudades chaqueñas y de Corrientes (teatros, cines, ferias, etc.) así como también desde la microregión surgen estos flujos hacia otras ciudades;
En función de este breve análisis vemos que el territorio real excede los límites administrativos de la microregión. Con lo cual se confirma que la política de descentralización es desde arriba hacia abajo, ya que no contemplar las distintas aproximaciones para definir al territorio. Tampoco se observa que esta política “exógena” a los territorios vaya siendo “endogeneizada” por los actores locales.

Dimensiones del Desarrollo
La promoción del desarrollo endógeno es un concepto que se ve reforzado y sustentado por el proceso de globalización en curso, ya que ésta crea la necesidad de la formación de identidades y, por lo tanto, de diferenciación de sectores y de localidades. Cuando se habla de identidades y diferenciaciones es imprescindible analizar diferentes dimensiones del problema: cultural, institucional y económica. Estas dimensiones de alguna forma quedan solapadas entre sí.

Es importante analizar las dimensiones en las que se encuentran los actores y organizaciones que conforman los sectores y localidades de un área, ya que inciden en las estructuras productivas, mercado de trabajo, patrones de consumo y de la organización comunitaria.

Las dimensiones antes señaladas dependen (entre otros factores) de los enfoques y energías de sus integrantes, entonces, hay que ver si es posible canalizar esos enfoques y energías como fuerzas promotoras de proyectos colectivos de desarrollo local (Carpio B., pág. 25). Para ello es necesario detectar si existe sinapsis (transmisión de datos, información, etc.) en esas fuerzas, creación de sinergia y fuerzas para el cambio conducentes al desarrollo, lo que permitirá transformar un territorio en un territorio competitivo hacia adentro.

El sistema de valores y actitudes, sus instituciones, sus logros intelectuales o artísticos, su comportamiento diario, sus costumbres o estilos de vida, conforman la dimensión cultural de una sociedad en un territorio dado. Madoery (2000, pág. 25) sostiene que “el desarrollo debe ser visto hoy como un fenómeno integral, en el cual una de sus dimensiones es la socio-cultural. En ella los actores económicos y sociales se integran juntamente con las instituciones locales formando redes de relaciones que incorporan los valores de la sociedad al proceso de desarrollo”.
La vinculación entre la cultura y el desarrollo nace de la posibilidad creativa que posee el ser humano. La creatividad es el motor del progreso, y es así como la cultura puede facilitar (o no) la expresión de la creatividad humana y de esta manera permitir desarrollarse. El vínculo entre la cultura y el progreso queda estrechamente asociado con elementos tales como el grado de identificación de cada integrante de una sociedad con todos los demás (“la confianza mutua”), la rigidez de su sistema ético, la forma de ejercer la autoridad dentro del sociedad (autoritarista o democrática) y las actitudes valorativas hacia el trabajo, la innovación, el ahorro y el lucro. (Harrison; 1992). Estos elementos pueden ser agrupados bajo el concepto de capital social.

La dimensión institucional juega un papel importante en el desarrollo, ya que la existencia de instituciones favorables facilita e incentiva el desarrollo político, económico y social.

La vida de una sociedad se organiza a través de las instituciones tanto en sus aspectos políticos como en otras facetas que afectan los intereses y el comportamiento de los individuos. En el orden social, la equidad y eficiencia dependen sobre todo de su sistema institucional y, subsidiariamente, de la calidad de sus organizaciones.

Existe diferencia entre instituciones y organizaciones de una sociedad. Mientras las primeras “son órdenes abstractos, independientes de los individuos que las componen, que cumplen la función de facilitar a los individuos y a las organizaciones la consecución de sus fines particulares, pero que en sí mismas no tienen fines específicos”, las organizaciones, en cambio, “son órdenes concretos, determinados por los individuos y los recursos que los integran, creados para la consecución de fines particulares y específicos” (Prats; 2001).

Las instituciones son normas, pero no son la "legislación". Así tienen relevancia tanto las instituciones formales como las informales. La vigencia de leyes formales no es lo que importa, sino las pautas que los individuos tengan interiorizadas en su comportamiento social. Investigar el sistema institucional de un territorio implica un estudio más amplio que el análisis de sus instituciones formales. Indagar en las convicciones, valores, principios o creencias lleva a entender las pautas y determinan las interpretaciones que se dan de las normas formales, que llevan así al cumplimento o no de las mismas. Las diferencias en una sociedad tienden a nivelarse cuando se “adopta” un cuerpo de instituciones (formales o no) con principios normativos comunes.

La dimensión económica significa analizar principalmente la capacidad de competir que tiene un territorio, es decir, su competitividad sistémica. Esta última constituye un marco de referencia importante para examinar cualquier región, pero en especial las menos desarrolladas.
Al diferenciar cuatro niveles analíticos distintos (meta, meso, macro y micro), hacen que el concepto adquiera una amplitud tal que ya no se refiere solo al crecimiento económico sino al desarrollo de una sociedad determinada. Así en el nivel meta se analizan los factores que brindan a una sociedad la capacidad para la integración y generación de estrategias, mientras que en el nivel meso se estudia la formación de un entorno capaz de fomentar, complementar y multiplicar los esfuerzos al nivel de la empresa. Estos dos puntos de vista están condicionados por factores situados en el nivel macro (contexto macroeconómico y político-administrativo) y en el nivel micro (la gestión empresarial dentro y fuera las empresas) (Esser, Hillebrand, Messner, J. Meyer-Stamer. 1999)

Desarrollo Endógeno
La existencia (o no) de un proceso de desarrollo endógeno en un territorio implica analizar qué variables están asociadas a cada una de las dimensiones.
Para Vázquez Barquero (2000) el desarrollo endógeno es el “proceso de crecimiento y cambio estructural que utiliza eficientemente los recursos disponibles a través de procesos innovadores en la organización de la producción, la participación comunitaria y el fortalecimiento institucional para la utilización del potencial territorial”.
Para este autor, el desarrollo se produce por un proceso de acumulación de capital y de progreso tecnológico. Donde la creación y difusión de las innovaciones, la organización flexible de la producción, la generación de economías de aglomeración y de diversidad en las ciudades y el desarrollo (y densidad) del tejido institucional son variables que pueden explicarlo.
Estos determinantes, que actúan como un sistema, crean un entorno donde las transformaciones son posibles y las políticas de desarrollo local pueden ser eficientes.

- La difusión de las innovaciones y del conocimiento
En un sistema productivo los actores toman las decisiones que generan la introducción y difusión de las innovaciones y el conocimiento, permitiendo la eficiencia colectiva. Esta última resulta de las economías externa positivas (o eficiencia colectiva pasiva) o de la acción conjunta (eficiencia colectiva activa). En la primera se generan ahorros en cada empresa debido al “derrame” que genera el accionar de otros actores. Mientras el segundo concepto se refiere a medidas deliberadas entre empresas o asociaciones.
La microregión se encuentra en una zona marginal donde la actividad productiva es de las más retrazada del país. Tampoco se encuentras centros generadores de conocimientos.
El comercio de con otras regiones dentro del país y el exterior, muestra de ello es que solamente el 0,9% de los locales industriales de la microregión exportaron entre el los años 2003 y 2004.
No se ve que se introduzcan innovaciones en el “sistema de producción local”, de manera que sea endógeno al sistema productivo, a la economía local y a la sociedad local. Las innovaciones son introducidas en otros territorios y después llega a la microregión. Tampoco se valora a la información de ningún tipo. La difusión del conocimiento no parece ser algo importante.
La visión competitiva de las empresas de la región viene dada por variables macroeconómicas (en el sentido de que se esperan soluciones desde en nivel nacional del gobierno).

- Organización flexible de la producción
Un sistema productivo local flexible garantiza poder responder a las necesidades de cambios cuando éstos se presentan, característica que permite que el sistema pueda ser competitivo. La organización del entorno facilita e incentiva las mejoras de productividad y la diferenciación de productos que permiten competir en un mundo globalizado.
No se pueda decir que el sistema de producción local este organizado y que este sea flexible. La zona no posee grandes empresas exitosas y sí posee un conjunto de pequeñas empresas pero con baja articulación entres si. No se tiene bien en claro las ventajas de generar redes para ir ganado posición en los mercados. En general, las empresas locales no están en condiciones de ser proveedoras de empresas fuera de la zona.

- Desarrollo urbano del territorio
Los rendimientos crecientes que se generan debido a las eficiencias colectivas, como consecuencia de la relación entre actores, se dan con más facilidad en las ciudades debido a la aproximación física que genera. También, la mayoría de los servicios que se prestan u ofrecen se encuentran allí y gran parte de las actividades de transformación de manufacturas.
La microregión ha sido -históricamente- el área concentradora de servicios (públicos y privados). En los últimos años, y como consecuencia del crecimiento económico, se experimenta un incremento de los servicios prestados y una mayor variedad de los mismos. Hasta el momento no se verifica que éstos hayan generado ventajas competitivas debido a mejoras de las eficiencias colectivas.
Muchas empresas que provienen del sur analizan las ventajas de instalarse en función a la ubicación del Gran Resistencia pero también del Gran Corrientes, es decir lo ven como un solo territorio. La microregión parece no poder definir (conciente o no) cuál es el perfil que puede tener si se quiere entrar en una senda de desarrollo, y las políticas de desarrollo encaradas son desarticuladas y, por lo tanto, poco efectivas.

- Flexibilidad y complejidad del tejido institucional
Cuando la actividad económica de las empresas está articulada dentro de un territorio donde existe una fuerte ligazón entre las instituciones, (publicas y privadas), las posibilidades de generar ventajas competitivas son mayores. Así, el éxito de las empresas no solo depende de ellas mismas sino de todo el entorno (en un sentido ampliado) donde ellas actúan. Los niveles meta, meso y micro, en un mundo globalizado, son esenciales para la competitividad
Existen probablemente todas las organizaciones que en promedio hay en otras regiones El problema principal problema está en su funcionamiento interno y su articulación hacia fuera. Es la forma cómo se relacionan las personas dentro y fuera de una organización sea esta política, económica o social. El problema es de capital social. No se puede “armar” desde la zona acciones conjuntas y tampoco se generaron externalidades que pudieran sumarse a la articulación institucional. Algo que se verifica en la ausencia de participación de la sociedad civil en las instituciones creadas por la Ley 5.174. Por todo esto, los procesos productivos y sociales que son planeados de adentro hacia fuera, o de abajo hacia arriba, tienen pocas posibilidades de éxito hasta el momento.
Han contribuido a esto, la poca historia de la zona (no sería el caso de Corrientes), los quiebres institucionales (en el sentido de D. North) y una sociedad socialmente estratificada (en el sentido de Harrinson). En definitiva es una sociedad que no tiene un horizonte largo en el planeamiento de sus actividades políticas, sociales y económicas. Por ello, no puede generar confianza mutua, el respeto de las normas y la creencia en normas estables (ética, legales, sociales, etc.). Si a lo anterior le sumamos que la microregión no posee ventajas (competitivas o comparativas) relativas con respecto a otras zonas, es difícil que genere una sociedad articulada donde el juego no sea uno de suma cero.

Caracterización del Territorio
En principio, como la ley es desde arriba hacia abajo y hasta el momento no logro endogeneizar, y la constitución formal de la microregión como tal es reciente, no se aprecia que la política de desarrollo implementada a través de la ley haya generado incrementos productivos en los sectores tradicionales ni el surgimiento de innovaciones, tampoco se aprecia una mayor articulación entre los actores sociales.
Los aspectos positivos que se manifiestan vienen más por un crecimiento exógeno generado por la situación económica nacional, y no porque existe un proceso de desarrollo endógeno como tal. Ante esta situación, no obstante, se han identificado ciertas capacidades potenciales que se observan en la microregión.
Entre las potencialidades observadas en cada una de las áreas de caracterización del territorio de la microregión se destacan:
- Recursos Económico-Productivos
La base productiva está compuesta por la agricultura, la ganadería y la pesca. La ganadería es la que mayor importancia relativa tiene en la región pero su dinamismo no proviene de políticas locales sino del crecimiento que ha tenido la actividad. La agricultura y piscicultura son actividades de baja escala, cuyos productos son destinados fundamentalmente al consumo familiar. En estas actividades sí existen algunas medidas desde los municipios (y no como microregión), materializadas en micro-créditos y capacitación.
La actividad industrial -que lleva más de una década de estancamiento- tampoco parece haber sido alcanzada por políticas locales de desarrollo. Solo casos aislados de industrias radicadas en la región en los últimos años pueden enumerarse, y cuyo resultado no ha surgido de un proceso en el que la microregión haya desempeñado un rol relevante como agente de desarrollo.
En los aspectos turísticos existen algunas políticas tendientes al crecimiento de la actividad pero no son coordinadas por los integrantes de la microregión.
- Infraestructura
· · Infraestructura tangible
En cuanto a la infraestructura tangible existen graves problemas en la prestación del servicio de transporte público de pasajeros (urbano e interurbano) en lo que los municipios de la microregión han avanzado en la concreción del Área Metropolitana de Transporte para intentar dar una solución al problema de escasas y deterioradas unidades, demora en los recorridos, etc.
El ferrocarril (SEFECHA) conecta distintas zonas rurales con los municipios de la microregión pero la calidad de los servicios no ha variado ni se aprecian políticas que apunten en tal sentido.
Las rutas que rodean a la microregión (que en general presentan un buen estado) han sido uno de los principales aspectos que se buscó mejorar, en particular la concreción de las obras de la autovía entre Resistencia y el puente General Belgrano (que la une con Corrientes).
En cuanto al transporte fluvial, concentrado en la ciudad de Barranqueras, las posibilidades de desarrollo están acotadas a la concreción de obras importantes (como el dragado del Riacho Barranqueras que permitiría el acceso de embarcaciones de mayor tamaño y que podría concretarse con las obras de la Hidrovía Paraná-Paraguay[1][2]) y a la radicación en la zona de inversiones privadas (quienes han logrado “recuperar” la actividad portuaria a partir del “boom sojero”).
La situación del transporte aéreo también presenta problemas graves, con bajas frecuencias de vuelos y la ausencia de otros destinos distintos de la Capital Federal.
· · Infraestructura intangible
Algunos aspectos de la infraestructura intangible (cuya presencia y densidad resultan imprescindibles en un proceso de desarrollo local) merecen destacarse:
- El Ministerio de la Producción, por medio del Proyecto de Desarrollo Comercial de Productos no Tradicionales del Chaco del PROSAP, ha puesto en funcionamiento un Sistema de Información de Mercado en el Mercado Mayorista de Resistencia[2][3] que resulta fundamental para la toma de decisiones de un sector de la economía local;
- Dicho Ministerio también ofrece información relevante sobre financiamiento para actividades productivas y comerciales, información de mercados, acceso a exposiciones y ferias internacionales, entre otras. Cuenta con una Agencia de Desarrollo Local encargada de articular proyectos asociativos, el acceso a líneas de créditos nacionales, favorecer la innovación productiva y el desarrollo de sector estratégicos como el del software, la madera entre otros.
- La Fundación INTECNOR (Incubadora de Empresas de Base Tecnológica[3][4]) está brindando servicios de pre-incubación e incubación a empresas de base tecnológica (ofreciendo espacio físico, servicios administrativos, orientación empresarial, infraestructura técnica y acceso equipamientos técnicos y científicos) al tiempo que realiza jornadas de capacitación en temas de emprededorismo y gestión de proyectos.
- Las Oficinas de Empleo (en Resistencia y Barranqueras) encargadas de favorecer la creación de empleo vienen realizando tareas de capacitación en la gestión de proyectos y canalizando financiamiento desde los niveles nacional y provincial (Manos a la Obra principalmente), y cuyos buenos resultados provienen de políticas implementadas desde dichos municipios.
- Existen firmas que si bien prestan servicios de consultoría empresarial, pero se desconoce que haya empresas dedicadas exclusivamente a la comercialización y exportación de productos locales.

- Recursos Naturales y Ambientales
El suelo de la Microregión prácticamente no presenta problemas de erosión, ni falta de agua, ni restricciones en general, que impidieran en diferentes espacios el desarrollo de la ganadería, la horticultura, las plantas frutales y las florales, actividades que se vienen concretando naturalmente pero no como consecuencia de la aplicación de una planificación municipal o microregional. Esto no obvia que con el transcurso del tiempo, se haga necesario llegar a intervenir esos suelos con la aplicación de distintos grados de tecnología. La existencia de una gran masa de palmeras silvestres indica la factibilidad de su manejo en escala, transformando y comercializando los productos que pueden ser extraídos de las mismas (frutos, aceites, celulosa, entre otros).[4][5]
Si bien los veranos son extensos y con temperaturas elevadas, permiten la obtención de ciertos cultivos de pre-temporada y de temporada con riego artificial, los cuales se están realizando por iniciativa propia de los productores, y en menor medida a la que se podría obtener, debido a la carencia de una política de asesoramiento y seguimiento técnico y financiero.
La extensión de la costa con el río Paraná facilita una actividad pesquera en esta región que se realiza por la accesibilidad natural, sujeta a las variaciones estacionales de los ríos y lagunas, pero sin la existencia de programas de desarrollo que permitieran un mejoramiento de este sector.
Desde el punto de vista de las redes de transporte, la existencia de buenas vías de comunicación dentro de la Microregión, y con otras provincias, presenta buenas perspectivas de expansión socio-económica.

- Demografía y Mercado de Trabajo
La mayor población está concentrada en los centros urbanos, pero no por la existencia de polos de atracción de fuerza laboral sino porque son receptoras de poblaciones expulsadas desde el interior. También hay grupos poblacionales dispersos y poco numerosos en las otras áreas, algunos de ellos con presencia de comunidades indígenas.
El Gran Resistencia registra una tasa de actividad del 36% al 2004 (Codutti, pág.13); donde la participación de la mano de obra ocupada es importante en las actividades del sector público y del comercio, pero es muy baja en la industria y la construcción.
Salvo los grupos de profesionales egresados de universidades e institutos terciarios, hay una gran cantidad de mano de obra no calificada (albañiles, plomeros, carpinteros, etc.), de muy baja productividad y para los cuales no existen programas de capacitación laboral. Consecuentemente esa precariedad constituye un factor limitante de acceso al empleo.
En el medio rural se da la existencia de mano de obra que trabaja en forma permanente o temporaria, que también posee muy poca capacitación, y para los cuales no existe ningún tipo de programas de preparación laboral. A esto hay que agregarle el hecho de que muchos niños comienzan a trabajar desde edad muy temprana ayudando a sus padres, siendo un motivo para su irregularidad de la asistencia escolar, y para los cuales no existen programas de enseñanza especiales.
La tasa de desempleo en la actualidad ronda el 5% según mediciones del Instituto de Estadísticas y Censos Provincial, la cual no parece reflejar la realidad que se observa.
Las escuelas secundarias, excepto el Colegio Industrial, no preparan a los alumnos para su desempeño en actividades productivas, ya sea por los actuales programas de estudio o por la forma en que se los implementan, consecuentemente son contingentes de egresados que necesitan incorporar una especialización para poder entrar al mercado laboral eficientemente.

- Recursos socioculturales
Los habitantes de la zona tienen una identificación con el ser argentino pero no tanto con el ser chaqueño y mucho menos se siente n identificados con la microregión. Algunos probablemente le dan valor al pertenecer al Chaco pero la mayoría asigna poco valor al pertenecer a la microregión.
La procedencia en cuanto a raza, religión, etc. tiene poco peso en un proceso de generación de confianza mutua necesaria para realizar acciones conjuntas. No existe conciencia de la necesidad de identificación entre los miembros de un territorio. Tampoco analiza las consecuencias de la falta de identificación.
Sí se observa que existe más identificación desde el punto de vista político (radicales/ peronistas) o de nivel social (pobre y ricos) pero no asociado al territorio o que genere efectos positivos en el territorio. Son grupos enfrentados que no “tienden puentes” (linking bridge) entre ellos.
El sistema educativo no tiende a revalorizar la identidad local. Los contenidos regionales (NEA, Chaco, microregión) son pocos y sin un objetivo de ayudar o fortalecer una identidad. El sistema educativo no se diferencia con respecto a otras regiones
Las festividades locales no tienen importancia para la gente en general. En su momento, el movimiento cultural que materializó la casa-museo “fogón de los arrieros” que fue el responsable de la instalación de las esculturas en la vía publica y que generaba una respetable cantidad actividades culturales ha ido perdiendo fuerza. La ciudad de Resistencia se presentaba como la “ciudad de las esculturas”. Desde hace unos años se realiza un festival local e internacional de las esculturas, que es lo único que nos identifica sin llegar a ser elevado, pero no implica que se haya fortalecido la “identidad asociada a esculturas”. Dentro de ese proceso cultural podemos destacar la historia del perro Fernando que posee dos estatuas (y una canción interpretada por A. Cortés).
La zona no tiende a generar “parámetros de identificación”, no existe comida típica, tampoco música que sea representativa.

- Organizativa Institucional
• Instituciones con base en la comunidad
Existen asociaciones locales, como ser organizaciones de voluntarios, organizaciones parroquiales, vecinales u organizaciones de servicios sociales. La mayoría tiene carácter social aunque muchas también tienen un carácter productivo o cultural. El accionar conjunto es desarticulado, tienden a depender de la ayuda del Estado para cumplir sus fines. Predomina una visión asistencialista sin poder centrarse en las capacidades propias de este tipo de asociaciones. Generalmente tienden a ser usadas con fines políticos.
• Instituciones económicas
Existen las Cámaras de Comercio en las distintas localidades. La más importante es la de Resistencia, de hecho es la asociación privada más importante de la microregión. También esta conformada la Unión Industrial del Chaco, con poco peso real al no existir industrias de gran peso.
Las organizaciones laborales también forman parte pero donde solo los gremios estatales de empleados públicos y docentes tienen peso. Las contribuciones de cada una, su fuerza y credibilidad son limitadas en cuanto a generar condiciones de desarrollo, o al menos de crecimiento. En la mayoría de las organizaciones económicas existen fuertes conflictos, rivalidades que hacen difícil coordinar internamente planes. Tampoco, quizás como consecuencia de lo anterior, existe articulación entre instituciones. La visión general es que el Estado debe tener la iniciativa, y a partir de allí ellos pueden articular.
• Instituciones políticas
En la microregión tienen asiento los tres niveles de gobierno provincial: administrativo, legislativo y judicial (Superior Tribunal y juzgados). También las municipalidades que integran la zona tienen el nivel administrativo y legislativo. En Resistencia coexisten los niveles provinciales y municipales.
El gobierno local, que debería ser uno de los elementos claves (junto con la provincia y la microregión) no tiene bien en claro qué es el desarrollo local. El municipio de Resistencia lleva adelante su propio Plan Estratégico pero que en la práctica son políticas poco coordinadas entre sí. La Secretaría municipal de Desarrollo Local carece de poder político y económico para llevar adelante las acciones.
• Instituciones financieras
La cabecera de la microregión (Resistencia) es el asiento de bancos, entidades financieras, etc. En otras localidades de la microregión existen sucursales del Nuevo Banco del Chaco S.A. En los últimos años han surgido muchas instituciones de crédito (o micro crédito) generados por el incremento derivado de la región, en las que se ha de valorar su habilidad para contribuir al proceso a través de la oferta de servicios a la medida de las necesidades locales.
Instituciones de educación y formación
Existe la UNNE, UTN y otras universidades privadas. La primera es compartida entre la provincia de Corrientes y Chaco. Hasta el momento no se han caracterizado por incentivar la investigación que tienda a generar innovaciones.
También se encuentra el INTA (existe una oficina en Resistencia pero las actividades principales se encuentran fuera de la microregión) y el INTI (que solamente posee una oficina).
En los últimos años comenzó a tener importancia los recursos humanos calificados en varios campos de formación asociados a la informática y otros servicios. No se analiza aun lo referente a la investigación y desarrollo (I+D).
[1][2] Aunque las posibilidades de que se incluya al puerto de Barranqueras son escasas.
[2][3] A través del mismo se llevan a cabo las tareas de relevamiento, análisis de consistencia, carga y procesamiento de los datos de “Precios” y “Volúmenes” de todos los productos frutihortícolas que se comercializan diariamente, emitiéndose Reportes Diarios, Semanales, Mensuales y Anuales
[3][4] Que funciona como Agencia de Desarrollo de Sepyme.
[4][5] Cabe mencionar que anteriormente hubo organismos estatales que intentaron utilizar estas palmeras en forma masiva, pero actualmente sólo son utilizadas para la construcción de viviendas precarias, pero no como respuesta a una política de planificación.

Conclusiones
La Ley 5.174 trata de generar desarrollo a través de la descentralización, pero del estudio realizado no surge una mayor movilización y participación de los actores locales, tampoco una mayor cooperación público-privado ni una estrategia territorial común (solo Resistencia tiene un Plan Estratégico, de alcance limitado). Si bien se aprecia una participación activa de los gobiernos locales, el inadecuado uso del significado de desarrollo local termina siendo inefectivo para las políticas adoptadas.
Asimismo, la Ley ha generado las instituciones para el desarrollo local pero con un bajo contenido real en sus resultados. Dado que las microregiones fueron creadas desde arriba, es de desatacar que la Ley omite cómo éstas deberían articularse entre sí.
Los aspectos más relevantes para la evolución del proceso de desarrollo endógeno son la falta de participación de la sociedad civil en las instituciones que Ley impulsa, y la ausencia de descentralización real de poder, la cual al no realizarse se queda a mitad de camino, creando nuevos conflictos antes inexistentes.

Bibliografía
· · Acuerdos Territoriales De Promoción Del Empleo. Documento Base De Análisis Territorial – Barranqueras, Chaco. Facultad de Ciencias Económicas (UNNE); 2006.
· · Codutti, Raúl O.; Diagnóstico agrario y rural de la provincia de Chaco; Gobierno de la Prov. del Chaco; 2003.
· · Esser, K/Hillebrand/D. Messner/J. Meyer-Stamer.“Competitividad sistémica: nuevo desafío para las empresas y la política”. (1999)
· · Harrison, Lawrence. ¿Quiénes Prosperan? (1992)
· · Ley Provincial Nº 5.174; Chaco; 2002.
· · Madoery, O.; El proyecto Político Local como alternativa de Desarrollo; 2000.
· · North,Douglas.”Instituciones, cambio institucional y desempeño económico” (1993)
· · Prats, Joan, “Douglass C. North: La teoría económica neo-institucionalista y el desarrollo latinoamericano”.1998
· · Prats, Joan; Gobernabilidad democrática para el desarrollo humano; 2001.
· · Propuesta para un plan territorial de empleo. Municipalidad de Resistencia; 2005.
· · Sistema Provincial de Planificación y Evaluación de Resultados (SPPER); http://www.chaco.gov.ar/SecretariaDePlanificacion/region/web/index.php
· · Vázquez-Barquero, Antonio. Desarrollo endógeno y globalización. EURE (Santiago), 2000.